Hoy
en día las muñecas siguen teniendo los mismos físicos que las de
años atrás.
Todas
son muy delgas y esbeltas, nunca veremos a ninguna con unos “kilitos”
de más, rubias con ojos azules,y en cuanto a la forma de vestir,
suelen llevar vestidos y faldas, es decir, siempre muy arregladas, el
pecho suele estar bastante pronunciados y las piernas muy largas.
Además,
lo que más destacan de ellas son los ojos y los labios, siempre muy
marcados.
Algo
que me ha llamado mucho la atención, después de observar a las
muñecas, es que no tienen un órgano sexual definido, y no tienen
ropa interior. Sabemos que es mujer por sus rasgos faciales y su
forma de vestir.
¿Querrá
decir esto algo?
¿Es
lo que quieren transmitir a las nuevas generaciones?
Todo
esto, en relación con las niñas, supone que ellas las tengan como
un modelo, pero para eso estamos nosotras/os, para hacerles ver que
eso no es lo importante en una persona.
No
quiero dejar a los niños de lado, pero ya sabemos que en nuestra
sociedad las niñas juegan a cosas de niñas (muñecas) y los niños
a cosas de niños (coches).
Después
de esta breve reflexión, sobre lo que pienso de las muñecas de hoy
en día, aquí os dejo mi transformación paso a paso. Aunque la
forma de vestir sea muy parecida, me he centrado más en los rasgos
faciales y en el pelo, ya que se los he pintado marrones y el pelo se
lo he teñido de color castaño, para que no sea como casi todas.