Ayer,
en el parque del retiro, realizamos un mandala de forma individual
con elementos de la naturaleza como hojas, palos, pétalos de flores,
arena, piedras, etc. Fue un momento de paz y tranquilidad, cada una
de nosotras estaba a lo suyo, centrada en la realización de su
propio mandala. Esta actividad me ayudó a evadirme por unos momentos
de todo lo que tenía en la cabeza, que paso a situarse en un segundo
plano. Es curioso como una actividad de este tipo, que no necesita
nada más que una serie de elementos, bien de la naturaleza, o
cualquier otro tipo de material, puede llegar a situarte en un estado
de relajación tan poderoso en el que solo estas centrado en la
realización de tu creación.
Hasta
ayer, no sabía que era un mandala y en qué consistía. Considero
que ha sido una buena oportunidad para conocer y poder seguir
informándose y trabajando sobre este tipo de actividades que son muy
beneficiosas y que pueden realizarse fácilmente en el aula con los
niños o de forma individual, como ayer, en un parque, en casa o en
cualquier lugar, para tener unos instantes alejados de la realidad
exterior.
MARÍA
RAPOSO
María cuando se siente esa concentración, ese fluir, está verdaderamente funcionando, me alegro que lo disfrutaras.
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