"No
dejes que nada ni nadie te robe la sonrisa" es la frase que mi foto
de cuando era pequeña me ha transmitido durante una semana. Cada día
al levantarme la veía y me llenaba de felicidad. Los niños siempre
están contentos, riéndose, disfrutando y olvidando enseguida los
insignificantes malos ratos que puedan vivir. Sin embargo, a medida
que vamos creciendo adquirimos responsabilidades, obligaciones,
formamos nuevas amistades, etc. y empezamos a dejar de lado los
rasgos que de pequeños nos caracterizaban, sobre todo a la hora de
afrontar los problemas. De esta forma, lo que quiero recordarle a mi
niña interior es que nunca deje de sonreír, que sea feliz consigo
misma y que afronte las debilidades con optimismo. La sonrisa es algo
que no podemos perder nunca, nos ayuda a ser felices y a hacer
felices a los demás.
Ha
sido un taller muy interesante para realizar en el aula, nunca me
había parado a reflexionar sobre mi niña interior y mucho menos
sobre que decirle. El próximo día llevaremos nuestra frase a clase
junto con la foto para comentar la experiencia. Hasta entonces, mi
tela con la frase cosida está colgada en mi habitación, así todos
los días me alegra y me saca una sonrisa.
MARÍA
RAPOSO
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