Hoy
hemos ido al retiro a ver una exposición que hay en el palacio de
cristal. Se trata de una roulotte que alberga una mujer dormida o
muerta y una serie de marionetas y personajes, algunos en proceso de
elaboración. La mezcla entre lo real y lo ficticio, nos permite
ponernos en el lugar de los niños, pues bien, la distinción entre
realidad y fantasía no aparece tan clara en ellos, e incluso
confunden esas dos esferas de la realidad. En esta roulotte a los
adultos nos ocurre lo mismo, y esto da lugar a reflexiones e
interpretaciones personales y colectivas sobre lo que se está
observando.
La
exposición está situada en un lugar apropiado, abierta a todo el
público y rodeada de la naturaleza, la cual acompaña la musicalidad
y sonidos que emergen del interior de la solitaria roulotte. El
palacio de cristal recuerda a los castillos de los cuentos de hadas y
a medida que te adentras en él, la roulotte también ofrece
metáforas relacionadas con estos cuentos como “la bella
durmiente”.
Me
ha parecido una exposición muy interesante, un arte diferente al que
estoy acostumbrada a ver que te invita a participar activamente y a
meditar sobre los aspectos y cuestiones que se plantean a lo largo de
cada uno de los rincones y escenarios del interior de la roulotte.
Aquí dejo algunas de las fotos de la exposición:
Con
mi grupo de trabajo
MARÍA
RAPOSO
Sí María la ventaja de este género dentro del arte contemporáneo es que ofrece una experiencia muy global y envolvente al espectador, aunque no entienda de arte, es más fácil que sienta una comunicación que ante otro tipo de obras
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